martes, 2 de diciembre de 2008

Quinoja

MANUEL OSORIO Y LA CULEBRA BOA
Joaquín Rosales
Taller Yngermina - Cartagena - RENATA


Ya avanzada la temporada veranera, en el mes de maro, mi papa decidió derribar una franja de arboles y monte situada a la orilla del rio San Jorge con la ciénaga de Galindo en la región de La Mejana con el fin de sembrar pasto para el ganado; para este menester contrato a un grupo de jornaleros integrado por los señores Rafael Ávila, Manuel Cruz, Pedro Bravo , Manuel Osorio y otros.- Manuel Osorio era oriundo del corregimiento de El Salado en El Carmen de Bolívar. era un hombre de temperamento apacible y de movimientos lentos, por eso lo apodaban El Perico Ligero
Un lunes llegaron todos enguayabados porque el domingo se había tomado unos bueno tragos de Aniceto; después del desayuno iniciaron sus labores con el entusiasmo acostumbrado; l medio día suspendieron la faena para almorzar con un suculento sancocho de boca chico fresco.- Los efectos del sancocho y del guayabo hicieron sus efecto y cada uno fue buscando un lugar fresco conde hacer la siesta
Manuel Osorio(Perico Ligero),se alejo del grupo y se durmió bajo la sombra del manglar donde había estado trabajando y para mayor comodidad se soltó el cinturón de un pantalón corto y ancho que vestía, también le desabotono la bragueta, tenia además una franela de cuello ancho con varia roturas; había reunido varias ramas frescas con las que hizo un manojo a manera de almohada, estaba en decúbito dorsal con una pierna extendida y la otra plegada con la rodilla en alto, contemplaba a unas iguanas que tranquilas como él , reposaban en las ramas de los arboles; disfrutaba sintiendo que la brisa fresca le entraba por la bocamanga del pantalón y le refrescaba el bálano; sin darse cuenta se quedo dormido.-Una boa joven decidió dar un paseo , avanzo lentamente hacia donde se encontraba Manuel Osoreio; sin intención maligna entro por la bocamanga del pantalón de Osorio, por donde antes entraba la fresca brisa, la culebra siguió penetrando suavemente , paso por la verija y el ombligo , siguió por dentro de la franela y llego al plexo solar; mientras tanto ,Manuel Osorio soñaba deliciosamente que una hermosa mujer, muy dulce y tierna, con manos sedosas le hacía cosquillas…Cuando la culebra saco la cabeza por el cuello de la franela, el dulce durmiente despertó y l abrir los ojos vio con estupor la cabeza de la boa a diez centímetros de su nariz; el cuerpo se le puso rígido porque el instinto de conservación le hizo concentrar toda su capacidad motriz en su mano derecha, en milésimas de segundos cerro sus dedos alrededor del cuello del reptil apretando con todas las fuerzas que le ordenaba su atormentado cerebro, mientras la serpiente se contorsionaba por la asfixia y Manuel Osorio emitía desgarradores gritos de horror pidiendo auxilio, todos sus compañeros acudieron precipitadamente hacia el, cuando llegaron, cuando llegaron todos se horrorizaron al ver la escena, ; ambos, hombre y culebra estaban inmóviles.- Rafael Ávila con voz trémula exclamo : ¡mierda, no joda! l culebra mato al perico ligero!.. otro agrego : pero hay que quitarle la culebra, y poniendo manos a la obra se la quito a Manuel y la boto lejos, pero ya el animal estaba muerto pero Manuel Osorios estaba inconsciente.- Entre todos lo embarcaron en una cano y con la fuerza de seis remos la canoa surcaba velozmente la superficie de las aguas dejando estelas de burbujas ; los remeros iban silenciosos porque sus cerebros habían concentrado toda su capacidad en los músculos de su brazos.- En un tiempo récor, aun imbatible, llegaron a la casa de Manuel Aguado en el pueblo Bocas de San Antonio, quien ordeno que desnudaran al paciente para lavar su cuerpo con el fin de localizar la mordedura; cundo estaban lavándolo, Manuel Osorio recupero el conocimiento y empezó a gritar con lo ojos desorbitados , como un potro cerrero salto a correr sin darse cuenta que estaba desnudo, sus amigos lo detuvieron y lo calmaron; el doctor Aguado ordeno que le dieran un trago de ron, convencido ya que el peligro había pasado porque no encontró en su cuerpo ninguna señal de mordedura
Fue Emilio, la mujer de Osorio, quien al momento de lavar la pantaloneta y la franela , noto que en ellos habían residuos de ; ¿pero residuos de qué? si, en el pantalón había humedad de los tragos que había ingerido el día anterior y en el cuello de la franela residuos indigesto del sancocho de pescado .- Lo bueno y positivo de este acontecimiento fue que a Manuel Osorio le cambiaron el apodo, ya no le decían Perico Ligero por lento sino Potro cerrero por lo brioso y rápido que lo dejo la boa .
Lo cierto es que Manuel Osorio cambio de actitud, se convirtió en un hombre ágil y activo ; de ahí nació el siguiente refrán : CON CULEBRA DENTRO NO HAY PERICO LIGERO LENTO.
QU9INOJA.
Taller Yngermina
Septiembre l9 de 2008