Breve Biografía de
JOSÉ BENITO BARROS PALOMINO
Joce G. Daniels G.
José Benito Barros Palomino nació el 21 de marzo de
1915, en El Banco, una población mesopotámica, ubicada en la confluencia de los
ríos Cesar y Magdalena que apenas comenzaba a reponerse de los estragos de la
Batalla de la Humareda y de los constantes enfrentamientos que se dieron allí
como consecuencia de la Guerra de los Mil Días.
Junto a sus otros cuatro hermanos, nació en el
hogar formado por Eustacia Palomino y Joao María Barros Traviseido, de
profesión comerciante. Ella, una campesina de buenos modales, dedicada a su
hogar, a su marido y a la crianza de sus hijos y él, un bohemio andariego que
heredó de su padre las costumbres trashumantes que traía del Brasil, la tierra
de sus ancestros. Uno de los hechos memorables en la vida del maestro barros
fue su infancia llena de vicisitudes y pobrezas debido, primero a la muerte de
su padre, cuando apenas tenía 4 años y pocos años después la muerte de su
progenitora, quien hasta esos momentos había tratado de sacarlos adelante, por
lo cual quedaron bajo la custodia de Clara, su hermana mayor, quien con tesón y
voluntad logró mantenerlos unidos.
La familia
Casado
con Dora Manzano, tuvo dos hijas Katiuska y Veruska, con quienes vivió en El
Banco, Viejo Puerto, en la calle de la Catedral, hasta el día 12 de mayo de 2007, en
que sus ojos se apagaron en un hospital de Santa Marta, cuando frisaba la edad
de 92 años, siendo uno de os últimos juglares de nuestra patria, de una especie
que lentamente desaparece, pero que deja una huella imborrable en la historia
musical colombiana y mundial.
El
Banco, la tierra donde nació el Maestro Barros
La
floreciente, culta y pujante ciudad de
El Banco[1], viejo
puerto, en tiempos de la
Colonia fue un pueblo
de pescadores que aparece reseñado en 1616 en el libro de las Misiones
Franciscanas. Según los historiadores fue refundada por don José Fernando de
Mier y Guerra el día 25 de noviembre de 1751 con el nombre de Nuestra Señora de
la Candelaria
de El Banco[2].
Con el advenimiento de la navegación fluvial a vapor inaugurada en 1823 por el
vicepresidente Francisco de Paula Santander, adquirió enorme importancia por su
ubicación estratégica por la confluencia del
Cesar y el Río Grande de la
Magdalena , convirtiéndose en centro del comercio de la
ganadería, la pesca y la agricultura, tanto para las ciudades del interior del
país, como para las urbes de la costa atlántica colombiana.
En el
territorio que ocupa tuvo asiento la legendaria nación de los indios Pocabuyes[3],
cuyos dominios llegaban hasta las propiedades de los indios Tupes, en el Valle
de Uparí.
El
Banco, viejo puerto, es una urbe de grandes proyecciones por ser una
ciudad de fácil acceso, por aire, tierra y vías navegables. Su comercio es
constante, pues su ubicación a orillas del Magdalena y en el estuario del río
Cesar, la hacen una de los puertos de mayor movimiento fluvial, tanto para el
comercio como para el movimiento de pasajeros.
Desde hace más de un siglo y medio se celebran las fiestas de a
Candelaria el día 2 de febrero.
Entre
sus monumentos arquitectónicos, que la hacen la ciudad idónea y apta para ser
Capital, se encuentran el Palacio Municipal, el Muelle, construido en 1930 en tiempos del presidente Enrique
Olaya Herrera, el Estadio Municipal y el templo consagrado a Nuestra Señora de la Candelaria. Fue
erigido en municipio en 1871 y desde sus inicios se ha convertido en la Puerta de entrada y salida
del inusitado comercio entre sur y norte-norte y sur. Desde hace más de treinta
años es sede del Festival de la
Cumbia , que hace honor a la tierra del maestro José Benito
Barros Palomino, el más importante compositor colombiano en toda la historia
musical del país.
Legado
La
vida del maestro José Benito Barros Palomino, como él mismo lo contaba, vivió
inicialmente en las penurias, pero cuando descubrió que estaba bajo el amparo
de las Musas y especialmente de Orfeo y la magia de los valientes Pocabuyes, su
alma se sumergió entre notas, ritmos, melodías, sones y pentagramas. Legó al
patrimonio cultural de la nación y del mundo más de 700 composiciones grabadas.
Para
ayudar a sostenerse comenzó a cantar en su adolescencia en las plazas de
mercado, en reuniones de familias adineradas de su pueblo y ofreciendo
serenatas.
Fue
así que desde el año 1946, cuando Bovea y sus Vallenatos, con el sello
Tropical, grabaron El Vaquero, hasta 1988, en que agrupaciones como Los Black Star, Los Internacionales, Los
Celestes, entre otros graban Palmira
Señorial, La Cigüeña, Por fin llegó, el amor, José Benito Barros, fue el más
emblemático de los compositores colombianos y el que de una u otra manera llegó
a tener y tiene el más alto Reconocimiento Nacional e Internacional.
En
muchos lugares de Colombia, desde su juventud dejó la impronta de su talento
musical. Barranquilla, Mompox, Bogotá, Medellín, Santa Marta, Valledupar y
muchas otras ciudadesEn Barrancabermeja, en tiempos en que el petróleo brotaba
a borbotones en sus ardientes calles, otro tanto hizo en Segovia, Antioquia, en
donde socaban minas en busca de oro. En Medellín, con la canción El Minero,
obtuvo el primero de cientos de medallas
Obras musicales y literarias del Maestro
José Barros
José
Benito Barros Palomino es una de las mentes más brillantes de la musicología
colombiana y uno de los compositores que agotó con su pluma la mayoría de
géneros musicales de los diferentes países de américa.
Discografía
·
Boleros: A
la orilla del mar, Busco tu recuerdo, Recordando el pasado, Carnaval, Negra
fatalidad, Enigmática mujer, El Libro de mi vida.
·
Chandé: Mi
desprecio, la Flor desconocida, Juana Manzano
·
Cumbias:
Navidad Negra, Flor capuyana, El pescador, Cumbia banqueña, La Piragua,
Violencia, El Minero, Caminito de Luna, Juana Rosa Manzano y Justiniana la
Ventera, Golpe de tambora.
·
Currulaos:
Paloma morena.
·
Gaita: Me
voy pa’ Chiriguan.a
·
Garabato:
Estás delirando, los pesares de tu vida
·
Guaracha:
Ciclón
·
Merecumbé:
Regresó mi gallo
·
Merengues:
Corazón atormentado, Juanita Maicera. Casadera, Besito sabrosón, Por eso tengo,
Súbete ligero.
·
Pasebol:
·
Paseos: El
vaquero, Las pilanderas, Momposina, El Chupaflor, La pava, La llorona loca, el
Guerere, Arbolito de Navidad, Pajarillo
Montañero y Me voy de la vida.
·
Pasillos:
Pesares, Divagando. Ruego de amor, Corazón mío, Ya lo ves, Amor y llanto
·
Porros: El
Gallo tuerto, Palmira Señorial y El Tigre de Torrecilla, Habanera
·
Puyas: Ají
picante.
·
Ranchera:
Amor sin decoro, Te conocí sin plumas, Si mi compadre, Tú perderás, Vil moneda
·
Son: Vaya
qué manue
·
Tangos: Cantinero
sirva tanda, Bandoneón, Pervertida, Vengo vencido, ya no hay amigos, Nunca es
tarde, Soy un loco, Mísera pasión, No rompas mi corazón, Ingrato amor, La
cuenta pagarás, Decepción, Mal jugador, Me da vergüenza
·
Vallenatos:
·
Vals: Tu
sombra, Canta el corazón, No te vayas
Novela: La Piragua
En
1986, la editorial Costa Norte de Cartagena, publicó La Piragua, novela escrita
por el maestro Barros y en la que muestra también su talento artístico de
narrador. Pues, tanto la melodía como la novela, encierran todo un mundo de
fantasía, de ingenio de tradiciones, costumbres y formas de vida de los bogas
del Río Grande de la Magdalena, y especialmente de aquellos que subían hasta la
ciénaga de Chimichagua. Los mismos bogas que muchos años atrás habían sido
personajes y protagonistas en los “Cantos populares de mi tierra” del
poeta Candelario Obeso.
Festival Nacional de la Cumbia
En 1971 fundó junto a algunos de sus amigos el Festival
Nacional de la Cumbia en su tierra natal; ha recibido múltiples homenajes y
reconocimientos, entre ellos la Gran Orden del Ministerio de Cultura en 1999,
un homenaje de la Universidad Nacional de Colombia y el Premio Nacional Vida y
Obra del Ministerio de Cultura en el 2002.
LA PIRAGUA
Me
contaron los abuelos que hace tiempo,
navegaba en el Cesar una piragua,
que partía del Banco viejo puerto
a las playas de amor en Chimichagua.
navegaba en el Cesar una piragua,
que partía del Banco viejo puerto
a las playas de amor en Chimichagua.
Capoteando el vendaval se estremecía
e impasible desafiaba la tormenta,
y un ejército de estrellas la seguía
tachonándola de luz y de leyenda.
Era
la piragua de Guillermo Cubillos,
era la piragua, era la piragua. (Bis)
era la piragua, era la piragua. (Bis)
Doce
bogas con la piel color majagua
y con ellos el temible Pedro Albundia,
por las noches a los remos le arrancaban
un melódico rugir de hermosa cumbia.
y con ellos el temible Pedro Albundia,
por las noches a los remos le arrancaban
un melódico rugir de hermosa cumbia.
Doce sombras, ahora viejas ya no reman,
ya no cruje el maderamen en el agua,
solo quedan los recuerdos en la arena
donde yace dormitando la piragua.
Era
la piragua de Guillermo Cubillos,
era la piragua, era la piragua. (Bis)
La piragua, la piragua,
la piragua, la piragua...
era la piragua, era la piragua. (Bis)
La piragua, la piragua,
la piragua, la piragua...
Momposina
Mi vida está pendiente de una rosa,
Ella es hermosa y aunque tenga espinas
Me la voy a llevar a mi ranchito
Porque es muy linda mi rosa momposina
Ella me ha dado toda la inspiración
Que tiene mi canción por eso yo la quiero
Ella me ha dado toda la inspiración
A mi lindo folclor, por eso es mi lucero
Ay pero si llega el otro jardinero,
Y aunque me diga que es puro banqueño,
Yo no permito ni que me la mire,
Porque el ya sabe que yo soy su dueño
Momposina, ven a mi ranchito Momposina,
ven para quererte Momposina,
lindo lucerito Momposina, yo quiero tenerte (Bis)
Mi vida está pendiente de una rosa,
Ella es hermosa y aunque tenga espinas
Me la voy a llevar a mi ranchito
Porque es muy linda mi rosa momposina
Ella me ha dado toda la inspiración
Que tiene mi canción por eso yo la quiero
Ella me ha dado toda la inspiración
A mi lindo folclor, por eso es mi lucero
Ay pero si llega el otro jardinero,
Y aunque me diga que es puro banqueño,
Yo no permito ni que me la mire,
Porque el ya sabe que yo soy su dueño
Momposina, ven a mi ranchito Momposina,
ven para quererte Momposina,
lindo lucerito Momposina, yo quiero tenerte (Bis).
Mi vida está pendiente de una rosa,
Ella es hermosa y aunque tenga espinas
Me la voy a llevar a mi ranchito
Porque es muy linda mi rosa momposina
Ella me ha dado toda la inspiración
Que tiene mi canción por eso yo la quiero
Ella me ha dado toda la inspiración
A mi lindo folclor, por eso es mi lucero
Ay pero si llega el otro jardinero,
Y aunque me diga que es puro banqueño,
Yo no permito ni que me la mire,
Porque el ya sabe que yo soy su dueño
Momposina, ven a mi ranchito Momposina,
ven para quererte Momposina,
lindo lucerito Momposina, yo quiero tenerte (Bis)
Mi vida está pendiente de una rosa,
Ella es hermosa y aunque tenga espinas
Me la voy a llevar a mi ranchito
Porque es muy linda mi rosa momposina
Ella me ha dado toda la inspiración
Que tiene mi canción por eso yo la quiero
Ella me ha dado toda la inspiración
A mi lindo folclor, por eso es mi lucero
Ay pero si llega el otro jardinero,
Y aunque me diga que es puro banqueño,
Yo no permito ni que me la mire,
Porque el ya sabe que yo soy su dueño
Momposina, ven a mi ranchito Momposina,
ven para quererte Momposina,
lindo lucerito Momposina, yo quiero tenerte (Bis).
Pesares
Qué me dejó tu amor
que no fueran pesares?
Acaso tú me diste
tan solo un momento de felicidad?
Qué me dejó tu amor?
Mi vida se pregunta
y el corazón responde:
pesares, pesares.
que no fueran pesares?
Acaso tú me diste
tan solo un momento de felicidad?
Qué me dejó tu amor?
Mi vida se pregunta
y el corazón responde:
pesares, pesares.
Y el corazón responde:
pesares, pesares. (2x)
pesares, pesares. (2x)
La primavera de mi corazón
contigo no tuvo perfumes
y hasta la propia vida
se me fue llenando de desilusión.
contigo no tuvo perfumes
y hasta la propia vida
se me fue llenando de desilusión.
Qué me dejó tu amor?
Mi vida se pregunta
y el corazón responde:
pesares, pesares.
Y el corazón responde:
pesares, pesares.
Mi vida se pregunta
y el corazón responde:
pesares, pesares.
Y el corazón responde:
pesares, pesares.
[1] Los
datos que aquí se incluyen fueron tomados del libro “El departamento de
Pocabuy” de Joce G. Daniels G.
[2]
José M. De Mier: “Historia de Colombia según sus protagonistas, Siglo
XVIII”, Poblamiento en la
Provincia de Santa Marta. Tomo I. Libreros Colombianos,
Bogotá, 1987. En la misma fecha también aparece fundada la población de Santa
Bárbara de Tamalamequito. Página 337.
[3]
Tovar Pinzón Hermes: “Relaciones y visitas a los Andes”, Tomo II, Edición
conmemorativa del V Centenario, Bogotá, 1988.
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