Palabras leidas en el
Homenaje a
JAIRO AYOLA GÓMEZ
-Club Unión de Cartagena de
Indias-
Joce G. Daniels G.
Un hermano puede no ser un
amigo,
pero un amigo será siempre un
hermano.
Demetrio Falero
Esta noche estimados y queridos amigos, escritoras y escritores, en
este recinto, no oficiarán la literatura y mucho menos la música, no será
Melpómene, Erato, ni Calíope, y mucho menos Polimnia, o mejor ninguna de las
nueve musas las que serán el epicentro de nuestro acto. No esta noche oficiará
la amistad, la verdadera amistad, la que llevaba en el alma Jairo Ayola Gómez,
esa amistad que aún la gente de nuestros campos, la lleva y da en el puño de la
mano cuando saluda. Una amistad honesta, limpia, libre de toda mácula y sobre
todo sincera. Ese fue el manto que a lo largo de su vida tuvo de ropaje nuestro
amigo, poeta y narrador que no pudo vencer la lucha ni el juego de la guadaña
de Cloto, la Parca.
Jairo Ayola Gómez, a quien no le gustaba que le
escribieran Gé, sino Gómez, fue un personaje valioso para nuestra época, un
personaje que sembró y dio ejemplo ante quienes le conocieron. Con él me unió
una gran amistad en tiempos en que él andaba tras los efluvios divinos de una
rosa mompoxina y yo para eso días estudiaba en la Universidad de Cartagena.
Con el tiempo, después de que él regresaba de
época en época a la ciudad, pues sus estudios los hacía en Bogotá y nos
encontrábamos en el Café Colombia o la Cafetería Sucre nos saludábamos con un
abrazo fraterno de cariño, de amigos, de alegría de sinceridad. Me decía con
esa voz Polifemo encantado: ¡Usted es hi
hermano! Y me daba tres palmadas en
el rostro, símbolo de que su frase no era inocua. Fue lo que me dijo e hizo
siempre.
Para Jairo el concepto de amistad era
proverbial, para él la amistad era como
un especie de esos trozos de cuarzo que en las noches cuando Diana, la Luna, se
amanceba con Erídano, y la anoche se vuelve oscura él lo resplandecía.
Esta noche lo recordamos y lo recordaremos
siempre, tal como fue: un hombre conversador, amable, sincero pero sobre todo
con una visión y un optimismo inconmensurable que creo que nunca expresó la palabra
No.
Para
Jairo Nada era negativo, todo estaba dentro de las posibilidades de surgir,
inclusive hasta la muerte.
Esta noche querido amigo, con el aprecio que le
tenemos, con el cariño que se granjeó aquí en este lugar que lo veía cada día
lleno de vida, como un roble enhiesto roble desafiando los avatares del tiempo,
le hemos venido a tributar nuestro Homenaje Póstumo. Un Homenaje lleno de
Poesía de música y naturalmente de cariño y de amistad.
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