Asociación de
Escritores
de la Costa
« Si vis
me flere, dolendum est primum ipsi tibi »
Fundada en 1984
SEMINARIO TALLER
YNGERMINA
Para despertar Musas y Morganas dormidas en el
pensamiento
Cartagena de Indias,
20 de
octubre a 22 de diciembre de 2012
“Solo la
palabra escrita
perdura
nuestros sueños y nuestras quimeras”
MÓDULO III
Géneros Literarios
a través de la Historia®
Mayores-
Menores –El Lenguaje Literario
Cualidades del
escritor
I
Géneros Literarios
La creación literaria es siempre exteriorización
duradera de la belleza por medio de la palabra. Pero dentro de esa esencial unidad
de carácter ofrece variedades que dependen de diversos factores: en primer
lugar, el autor se propone unas veces un fin exclusiva o predominantemente
estético, mientras que en otras ocasiones la belleza está al servicio de fines
o docentes; además, se pueden referir hechos, bien sean reales, bien
imaginarios; presentarlos como acción que se desarrolla ante los ojos de un
público, o por el contrario, dar expansión a lo que se siente y piensa.
En segundo término, el medio expresivo empleado -
prosa o verso, exposición, narración o acción representable – tiene exigencias
y técnicas propias.
Finalmente, la costumbre heredada, la tradición, ha
ido fijando los distintos tipos de obras o Géneros Literarios.
Desde Aristóteles hasta el siglo XVIII, la clasificación
de las obras literarias se hizo con criterio dogmático y regulador. Se creía
que los géneros existentes en cada momento eran algo permanentes, con sus
cánones fijos también. Y en muchos casos se buscaba y especulaba sobre leyes
racionales para explicar y justificar las leyes literarias. Se
presentaba el problema que los códigos preceptistas constantemente eran
desmentidos por la realidad: unos géneros caían en el olvido, nacían otros
nuevos y los subsistentes experimentaban incesantes variaciones. Sin embargo,
aún después de la rebelión romántica
contra las normas, la estética alemana
intentó hallar razón de ser filosófica
para los géneros.
Por Género, se entiende cada una de las categorías en que se pueden ordenar las
obras literarias. Otra definición de
géneros literarios, dice: “Por género literario, se entiende a los diversos grupos de composiciones que
guardan entre si alguna semejanza porque tienden a un mismo fin, según el
intento de sus autores. Según los literatos se pueden clasificar en dos grandes
grupos:
Géneros Literarios
Mayores
|
||
Lírico o Poético
|
Narrativo
|
Dramático
|
Balada
Canción
Cantos de Vaqueira
Copla
Décima o Espinela
Elegía
Endecha
Epigrama
Epitalamio
Estribillo
Fábula
Glosa
Himno o epinicio
Idilio
Jarcha
Letrilla
Madrigal
Octava real
Oda
Ovillejo
Quintillas
Redondilla
Romancero
Seguidilla
Serranilla
Silva
Soneto con estrambote
Villancico o Zéjel
|
Anécdota
Apólogo
Cantos épicos
Cuento
Ensayo
Epopeya
Novela
Parábola
Poemas didácticos
Poemas épicos
Relato
|
Obras dramáticas mayores
·
Comedia
·
Drama
·
Tragedia
·
Tragicomedia
Obras dramáticas Menores
·
Autosacramental
·
Ditirambos
·
Entremés
·
Farsa
·
Juguete
cómico
·
Mimos
·
Mojiganga
·
Monólogo
·
Parlamentos
·
Parodia
·
Paso
·
Pastiche
·
Sainete
Obras dramáticas Musicales
·
Ópera
·
Opereta
·
Zarzuela
|
Géneros Literarios
Menores
Epistolar
|
Histórico
|
Periodístico
|
Oratoria
|
Cartas
Epístolas
|
Historia
Monografía
Biografía
|
Crónica
Biografía
Noticia
Ensayo
|
Oratoria
Histórica
Jurídica
Política
Sermones
Panegíricos
|
Nota
aclaratoria:
·
Citar: copiar pasajes
ajenos, pero expresando que lo son.
·
Plagiar: repetir literal y
furtivamente la expresión de un pensamiento ajeno. El plagio se puede
materializar cuando se copia la idea, una melodía, la combinación de colores,
una estructura.
·
Pastiche,
es
un plagio incompleto que se verifica, ya sea usurpando un pasaje de un texto, melodía, o cualquiera
otra de arte, con algunas leves variantes.
·
Parodia,
es
remedar en parte el lenguaje de una composición, pero acomodándolo a un asunto
diverso, generalmente jocoso.
Escuela Literaria
Se denomina así a un grupo más o menos considerable
de escritores que tienen una misma tendencia y adoptan una misma manera en un
punto de arte. Generalmente son influidos por uno o varios maestros, a quienes
siguen como discípulos libres y voluntarios.
Las escuelas tradicionalmente admitidas son la
clásica la neoclásica, la romántica, la realista y la modernista (que agrupa
entre otras la parnasiana, la simbolista, entre otras).
Generación
del 27, se llama Generación del 27 a un conjunto de autores españoles
que se dieron a conocer en el panorama cultural alrededor de un hito en
particular: el homenaje que se le dio en el Ateneo de Sevilla al poeta Luis de
Góngora, donde la mayoría de los miembros tuvo una participación, en la segunda
década del siglo XX. Los más representativos escritores de esta generación
fueron Pedro Salinas (1891-1951),
Jorge Guillén, (1893-1984),
Gerardo Diego (1896-1987),
Federico García Lorca (1898-1936),
Vicente Aleixandre (1898-1984),
Dámaso Alonso (1898-1990), Emilio
Prados (1899-1962) Luis Cernuda (1902-1963), Rafael Alberti (1902-1999) y Manuel Altolaguirre (1905-1959).
Generación del 98,
grupo de escritores de España de finales del XIX y principios del XX, que
demostró su inquietud por los problemas que vivía España debido a la pérdida de
la Isla de Cuba, las injusticias sociales del país y el atraso industrial
frente a los otros países europeos. Entre ellos hubo diferentes planteamientos
políticos, desde el marxismo de Unamuno, hasta el anarquismo de Azorín.
Sorprendentemente su análisis derivó en planteamientos filosóficos y no en políticos, proponiendo la
regeneración nacional a través de valores espirituales poco aplicables a los
problemas que sufría la sociedad española.
Sus principales representantes fueron Ángel Ganivet, Azorín, Ramiro Maeztu, Miguel de Unamuno y Antonio
Machado, que conservaría su actitud de izquierda comprometida hasta su muerte
en exilio después de la Guerra Civil.
La Generación Perdida, término, en principio usado
como calificativo despectivo, fue una de las escuelas o
movimientos literarios más importantes de la literatura norteamericana
contemporánea. Este grupo lo formaron notables escritores
norteamericanos que vivieron en París (Francia) entre la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y la Gran depresión (1930) y fueron grandes innovadores
técnicos y estilísticos. Los autores que forman la generación perdida tienen en
común el interés y la atención que prestan a la
problemática social. Se centraron en la sociedad norteamericana de su época, y
van a reflejar con dureza esos aspectos sociales.
Los más representativos
autores de esta generación fueron Ernest Hemingway, Arthur Miller, John Dos
Passos, John Steinbeck, William Faulkner, F. Scout-Fitzgerald, Cummings y
McLeish.
La expresión “la generación perdida” fue
originariamente acuñada por la escritora norteamericana Gertrude Stein, se le
aplicaba a aquellos escritores norteamericanos que lucharon en la I Guerra
Mundial y después, o bien a los que permanecieron en Europa o a los que
regresaron. Hemingway decía que tal expresión se la había oído Stein a un
mecánico al llamar a su aprendiz, el cual había luchado en la I Guerra Mundial.
Ella la trasladó y la aplicó a aquellos escritores norteamericanos que se
congregaron en Paris. (Epígrafe de Fiesta, Hemingway 1926)[1].
II
Cualidades del escritor
Se denomina Cualidades al conjunto de valores y
fortalezas que tiene el artista, para desarrollar el arte de la palabra.
Se suelen dividir en Innatas y adquiridas. Son cualidades adquiridas la cultura, el
conocimiento, la riqueza idiomática, la perfección técnica, el estilo. Entre
las innatas tenemos las siguientes:
El genio, es el conjunto de
facultades creadoras cuando son extraordinarias.
El gusto, o acierto en la
apreciación, es el sentido que se tiene de lo que conviene o no.
El ingenio, es la agudeza
mental, la facultad que descubre rápidamente inesperadas relaciones entre el
mundo que lo rodea.
El Talento, consiste en el
equilibrio y buen aprovechamiento de facultades poseídas en alto grado.
Imaginación o fantasía, que intervine directamente en la concepción
de la futura obra literaria. Da forma y consistencia a las ideas más o menos
vagas que constituyen el primer germen de la obra. Cuando se encuentra en todo
su apogeo se denomina inventiva.
Sensibilidad, cualidad receptora
de impresiones externas y capacidad de reaccionar ante ellas. Quien no siente
emoción ante la belleza, difícilmente podrá convertirla en una obra literaria.
Vocación, que es el llamado que siente la persona desde su interior para ser lo
que quiere ser y no otra cosa.
Cualidades
del lenguaje literario
El
escritor necesita que sus expresiones, tanto verbales como escritas, sean lo
más nítidas y lleguen con la mejor y mayor contundencia al lector o al oyente.
De allí que quien practica el oficio de escritor, su lenguaje
estéticamente debe poseer las siguientes
cualidades:
El decoro, es la estética del
escritor, elimina todo aquello que sea chabacano y grosero, términos de mal
gusto e indecorosos.
El vigor expresivo, cuando se expresa
con fuerza representativa lo que se quiere decir o dar a entender.
La abundancia,
estriba en la riqueza léxica, recurso idiomático que debe poseer el escritor
para no caer en la monotonía y el escrito tenga fluidez y sonoridad.
La armonía, se logra atendiendo
la elección de las palabras de manera que lleven música y ritmo y no sean
insonoras al oído. La armonía es el
efecto musical que resulta del arte de combinar las palabras y las frases del
modo más agradable al oído[2]
La Claridad, consiste en que la
idea se exponga de manera que evite interpretaciones erróneas y solo de a
entender lo que quiere decir, para evitar las ambigüedades y anfibologías.
La corrección, exige que se
mínimamente se respeten las normas lingüísticas vigentes.
La propiedad, cuando se usan los
términos lingüísticos que justamente convienen al discurso narrativo para ser
comprendidas sin esfuerzo.
La
Pureza,
en este sentido lenguaje puro y lenguaje castizo son equivalentes. Tanto la pureza como la casticidad rechazan
el empleo de vocablos y giros extraños, al propio idioma. Una voz es pura o castiza, cuando pertenece a la lengua en qué se habla.
La unidad, en el texto
literario debe existir un todo único, a pesar de la explanación o
argumentación. Es una cualidad propia del fondo y de la forma, al mismo tiempo
de un texto.
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